Hechas de pulpa de papel, las rejillas de papel maché son ideales para niños. Fáciles de usar, son resistentes, ligeros, no se rompen y permiten experimentar diferentes técnicas sencillas, como la pintura o el collage, de una forma totalmente divertida y recreativa. El uso de pegamento de barniz para cubrir estos cartones con papel fino, tipo decopatch, es seguramente el más conocido y el más utilizado.